La reconciliación de Mateo y Simón
Mateo despreciaba a Simón. Simón odiaba a Mateo. Cada uno de ellos pertenecía a grupos totalmente opuestos. Al grupo de Mateo se les acusaba de ser “imperialistas”, traidores “vende patria”, avaros y ladrones. El grupo de Simón era conocido por ser los intransigentes, los revolucionarios, usaban las armas y por la fuerza esperaban lograr la liberación de sus tierras. No son personajes actuales. Vivieron en el siglo I, pero representan muy bien a los conflictos en que viven los seres humanos. Mateo pertenecía al grupo de los publicanos: era un judío adinerado que recaudaba impuestos de sus paisanos para darlo al imperio romano quien los dominaba. Y Simón era celote, cananista, un judío revolucionario que odiaba a Roma y a sus colaboradores. Cualquiera diría que la situación entre ellos era irreconciliable. Sin embargo terminaron siendo amigos, luchando por una nueva causa, desde que fueron llamados por Jesús para ser sus discípulos.