El ladrón resultó ser un teólogo
¿Quién lo hubiera imaginado? El ladrón confesó ser también un teólogo. No me refiero a alguno por allí que dice ser estudioso de la Biblia pero que la contradicen con su vida, que se lucra con la fe y la religión. Me refiero a uno de los ladrones que fue crucificado junto a Jesús, sentenciado como tal, pero teólogo al fin, porque en sus palabras evidencia un conocimiento y una fe muy superior de los doctores de las Escrituras Sagradas de aquel entonces; y porque no, de algunos teólogos de hoy. Según el testimonio de Lucas*, uno de los dos ladrones le increpó a Jesús del porqué no se bajaba de la cruz y los libraba también a ellos, si es que en verdad era el Hijo de Dios. Esto le hizo merecedor de una reprimenda por parte de su compañero “el teólogo”, quien desde el otro extremo le responde: “¿Ni siquiera estando en esta condición temes a Dios? Nosotros por nuestras culpas estamos aquí, lo merecen nuestros hechos. Pero este hombre no hizo nada.” Y hablándole luego a Jesús le pid