Una ciudad bajo juicio
«El Señor se dirigió a mí, y me dijo: “Tú, hombre, vas a dictar la sentencia contra la ciudad criminal. La acusarás de todas las cosas detestables que ha hecho, y le dirás: Esto dice el Señor: Ciudad que matas a tus habitantes y fabricas ídolos para contaminarte, ¡Cómo provocas tu ruina! Con los asesinatos que has cometido te has hecho culpable y con los ídolos que has fabricado te has contaminado; has hecho que tu hora se acerque…” “Allí están los gobernantes, que viven en medio de ti y cometen todos los delitos que pueden. Los habitantes no honran a su padre ni a su madre, maltratan a los que vienen de afuera, explotan a los pobres, a los huérfanos y a las viudas. En ti habita gente que con sus calumnias incita a la violencia; asisten a los banquetes que se celebran en honor de los ídolos y hacen cosas detestables. También hay entre los tuyos quienes aceptan soborno... practican la usura y cobran altísimos intereses; extorsionan a su prójimo y se olvidan de mí, afirma el Señor