Pare de Sufrir… Sí, pero Gratis
El eslogan: “Pare de sufrir” es muy atrayente. En tiempos de inseguridad, violencia, problemas familiares, enfermedades, preocupaciones financieras… ¿quién no quisiera librarse de todas esas angustias? Sobre todo si se anuncia que Dios mismo quiere ayudarlos. Sin embargo, muchos terminan siendo víctimas de falsos pastores que ofrecen “amuletos religiosos” y oraciones para “desatar” bendiciones divinas, a cambio de una “siembra” económica, que cuanto mayor sea, mayor será la bendición. ¡Cuidado! No hay que dejarse sorprender. Hay que advertir: Si alguien le pide dinero como condición para que Dios le bendiga, no le dé ni un céntimo. Las bendiciones de Dios no se pueden comprar. No vienen en objetos bendecidos ni rituales místicos. Dios no vende, no cobra, y mucho menos pone precio.