Para que le vaya bien
En la Biblia hallamos innumerables promesas de Dios. Unas son incondicionales, otras tienen requisitos. Algunas de ellas son particulares y se dieron sólo para ciertos propósitos; otras son generales, válidas todavía para quien las quiera aceptar. Y otras, si bien fueron dirigidas a personas específicas, se aplican perfectamente a cualquiera que cumpla con los mismos requisitos. Este es el caso de las promesas que Dios le dio a Josué cuando recibió el encargo de guiar al pueblo de Israel a la tierra prometida: “…Dios estará contigo en dondequiera que vayas”; “…entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”; “…para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas” (Libro de Josué cap.1 vs.7-9)