Mitos sexuales de la Biblia


Con frecuencia se le atribuye a la Biblia enseñanzas que en realidad no contiene. La tradición, el desconocimiento y el prejuicio se han encargado de fomentar falsas creencias y mitos, que afecta desfavorablemente a la sociedad. Respecto al tema de la sexualidad tenemos algunas:

Mito 1: “Según la Biblia, el sexo es pecaminoso. Adán y Eva pecaron por tener relaciones sexuales”.
Falso. El sexo ha sido creado por Dios, y todo lo que él creó lo hizo “bueno en gran manera”. Dios mismo fue quien les ordenó a Adán y Eva que se reprodujeran. Lo que la Biblia sí condena es el uso irresponsable y sin límites de la sexualidad; tener relaciones sexuales sin un compromiso de amor de por vida ó practicarlo de manera antinatural. Pecado es la fornicación (sexo sin estar casado), el adulterio (sexo con alguien distinto al cónyuge), la homosexualidad, la prostitución, la violación, la zoofilia, etc.

Mito 2: “La Biblia enseña que las relaciones sexuales tienen como único fin la procreación”
No es cierto. La Biblia enseña que el sexo ha sido dado también para el disfrute de la pareja, como una expresión física de su amor y de su unión emocional y espiritual. Un proverbio bíblico exhorta al hombre a gozarse con su mujer y no con otra: “sus caricias te satisfagan en todo tiempo, y en su amor recréate siempre”. Y en la carta a los corintios, se advierte a los esposos a satisfacer sexualmente a su pareja, pues es un “deber” conyugal.

Mito 3: “La Biblia está en contra de los métodos anticonceptivos"
Depende. Si se trata de un método abortivo (que ya no sería de anti-concepción), obviamente es reprobado, porque Dios considera al ser humano como tal desde el vientre de su madre. Pero si la motivación de la pareja es planificar su familia, entonces no hay pasaje bíblico que les impida hacerlo. Al contrario, la Biblia nos enseña que debemos ser buenos administradores de la vida, y eso incluye a ser conscientes de cuántos hijos se pueden criar bien en estos tiempos. La orden de Dios de reproducirse y llenar la tierra le fue dada a Adán cuando el planeta tenía sólo dos habitantes; y a los patriarcas judíos por el hecho que debían convertirse en el gran pueblo de Dios. Hoy, nuestro contexto es muy diferente.

Mito 4: “En la Biblia, el celibato es un estado más espiritual. Los que sirven a Dios no deben casarse”
Falso. Los sacerdotes judíos se casaban. Pedro era casado y otros apóstoles también, (incluso sus mujeres les acompañaban en sus viajes). Los obispos debían ser “maridos de una sola mujer…”, gobernar bien su casa y tener a sus hijos en sujeción. Es cierto que la Biblia reconoce las ventajas que tiene el soltero en su servicio a Dios (no tiene carga familiar, decide sólo, etc.) Pero también declara que esta condición no es una elección personal, ni puede ser impuesta. Esta capacidad de vivir sin tener relaciones sexuales, es un don que Dios sólo da a algunos. Para todos los demás, la instrucción bíblica es que “a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido”, porque “mejor es casarse que estarse quemando”.

La Biblia enseña el uso correcto de nuestra sexualidad: No represión. No libertinaje. Dios nos creó, y nos hizo seres sexuales, y él, como autor y diseñador de nuestra vida sabe perfectamente cómo debemos vivirla. Será mejor obedecerle.




*Pasajes bíblicos a los que se hace referencia: Génesis 1:28,31; Salmo 139:13-16; Proverbios 5:18-21; 1ªCorintios 6:9,10; 1ªCorintios 7:3-9; 32-33; 1ªCorintios 9:3-5; 1ªTimoteo 3:1-5

Publicado el 17 de abril del 2010

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