Viviendo como ovejas

Todos somos ovejas. Todos seguimos algo o a alguien. Así es nuestra naturaleza. Así nos hizo Dios. Él planeó ser el Pastor y nosotros sus ovejas, dependientes de él, de su guía, de su provisión y sus cuidados. Pero no resultó así. Muchos, creyendo que lejos del Rebaño se vive mejor, se apartaron y decidieron seguir a falsos pastores, alimentándose de vanas ideologías incapaces de saciar el vacío del ser. Para luego terminar vagando sin rumbo, siendo presas de las fieras, perniquebradas y mal heridas. No aceptaron su condición de ovejas. No supieron seguir al Pastor.

David, el segundo rey de Israel, quien en su juventud pastoreó los rebaños de su padre; compuso uno de los más bellos salmos*, en el que expresó lo que para él significa vivir como oveja de Dios:

"Dios es mi pastor;
Nada me falta (y nada me faltará)
En lugares de delicados y verdes pastos me hará descansar;
Junto a aguas tranquilas me pastoreará.
Confortará mi alma (me da nuevas fuerzas);
Me guiará por sendas de rectitud por amor de su nombre.
Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estás conmigo.
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Aderezas mesa delante de mí, y lo ven mis enemigos
Unges mi cabeza con aceite
Mi copa está rebosando.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida
Y en la casa de Yavéh moraré por largos días".

Satisfacción. Confianza. Seguridad. Consuelo. Fortaleza. Alegría. Son algunas de las sensaciones que acompañan a aquel que camina por los valles de esta vida siguiendo de cerca a la Palabra de Dios. Sin angustia, sin temerle a la gente, ni al futuro, ni a la muerte. Porque está convencido – y lo ha experimentado – que aún en las situaciones más difíciles Dios está con él.

Jesús dijo*: “Yo soy el buen pastor. El buen pastor su vida da por las ovejas”… “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano”.

¿A quién sigue usted? ¿A un político? ¿A alguna filosofía meramente humana? ¿Sigue lo que dice la mayoría? ¿Hace lo que hacen los demás? ¿Sigue sus “propios caminos”? …¿Puede seguir avanzando por el tiempo y la vida con la certeza que va por el camino correcto? Y si no tiene esa certeza: ¿Por qué no decide seguir a Jesús de Nazaret, el Cristo? Es el único que ha probado ser capaz de guiar al hombre aún después de la muerte. Viva de acuerdo a sus enseñanzas, oiga su voz, obedezca sus instrucciones. Déjese pastorear. Disfrute de esta vida, siendo lo que debe ser: una oveja del Gran Pastor.

*Salmo 23; Evangelio según Juan Cap.10; vs.11, 27, 28





Publicado el 15 de enero del 2011

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