Los "derechos" que pronto se exigirán
Dentro de poco los polígamos exigirán igualdad. Ellos
también pagan impuestos y no deben ser discriminados: ¿por qué el matrimonio
debe limitarse a dos personas? – reclaman – ¿Quién dijo que sólo se puede amar
a una? La monogamia no es natural. Está comprobado que el hombre es polígamo y
es una realidad que hay hombres que mantienen dos o tres familias y esto, con el
conocimiento y consentimiento de las esposas. ¿Por qué entonces discriminar a
las “otras” a un rango de “amantes”? “Amar no es un delito y si se ama a más de
una, mejor” dicen ellos. Acusan que el matrimonio monógamo es una tradición
cristiana que en otras culturas y en otros tiempos no se imponía, porque la
poligamia era protegida por la ley (incluso en la Biblia). Por todo esto y más, los
polígamos exigen que el estado laico permita el matrimonio de un hombre con dos
o más mujeres; y por supuesto, también el de una mujer con uno o más hombres.
Los nudistas también preparan sus proyectos de ley.
Exigirán que el estado les otorgue el derecho de andar desnudos en cualquier
lugar. El sustento que exponen es simple y categórico: si nacemos desnudos:
¿por qué nos obligan a tapar nuestra desnudez? A menos que sea por la necesidad
de abrigarse, no es natural esconder el cuerpo, por tanto debería ser de libre
elección cubrirse el pecho y demás partes íntimas. Los nudistas denuncian que
esta prohibición proviene de una moral religiosa e hipócrita, basada en
prejuicios y costumbres que no tienen asidero en la naturaleza ni en la Biblia
que usan los cristianos (Adán y Eva vivían desnudos). El cuerpo humano no es
malo ni vergonzoso, al contrario, es bello, y la belleza natural debería
promoverse como algo digno de exhibirse y apreciarse. Este grupo, aunque
minoritario (por ahora) exige el derecho de andar "calatos".
Los partidarios del sexo al aire libre no se quedan
atrás. Su sustento es igualmente sencillo y contundente: ¡las relaciones
sexuales son naturales! En la naturaleza los animales se aparean donde les
plazca, incluso frente a sus crías, por lo tanto no deben ser prohibidas en
público. Si alguna pareja desea tener relaciones sexuales en una plaza, una
playa o en un estacionamiento, la ley no debería impedirles hacerlo y menos considerar
que tal acción sea un delito. (Por esta misma razón la pornografía tampoco
debería estar restringida). Y si la sociedad reacciona mal ante estas escenas,
es por la represión moral cristiana que la iglesia católica y protestante han
impuesto por siglos y no por un motivo valedero que a estas alturas debiera estar
ya superado. Así como antaño se prohibía a las parejas besarse apasionadamente
en un parque, o se miraba mal a la mujer que “exhibía” sus piernas con una
falda corta, de la misma manera – dicen ellos – debe superarse el tabú que
limita la libre expresión sexual, enseñando a los ciudadanos desde pequeños que
no hay nada malo en contemplar las relaciones sexuales al aire libre, siempre y
cuando sea una relación consensuada y no violenta.
Y como todo lo anterior puede “sustentarse” con eso de
que “es natural” y que la moral religiosa no debe primar en un estado laico; en
los próximos años serán los “amantes” de los adolescentes (y pre-púberes) los
que harán oír su voz: “Hemos nacido así, es nuestra orientación sexual y nos
sentimos atraídos por menores, no nos impongan leyes anti-naturales y
discriminatorias”. Ellos sostienen que las relaciones sexuales entre menores de
edad es una realidad que no se puede negar, y los adultos no deberían ser
discriminados si "los menores" deciden relacionarse con ellos. En la antigüedad los
hombres se casaban con mujeres de quince o menos años, y entre los griegos y
romanos se permitía incluso tal unión entre un varón adulto y un varón menor. Establecer
la mayoría de edad a los 18 años como edad para el consentimiento sexual es una
decisión totalmente arbitraria. Antes era a los 21 años y hoy debería ser a los
12. Esto ya es un “derecho” del que se habla en otros países.
Aunque lo dicho parezca una exageración o una imaginación
de mal gusto, la verdad es que no lo es. Todos estos “derechos” pueden
aparecer dentro de unas décadas en nombre de la democracia y la no
discriminación si hoy aprobamos leyes con derechos especiales, sustentados deficientemente
porque “se nació así”, o por la necesidad de “legislar la realidad” o porque se
las considera “naturales”. Cuidado con lo que sembramos. Apelar a la naturaleza no implica hacer
lo mismo que el mundo animal. Somos seres pensantes, y aunque muchos lo nieguen
somos también seres espirituales. Todo tiene un límite. No vayamos en contra de
la ley que Dios puso en nuestras propias conciencias. Porque como dice el viejo
proverbio: “Hay camino que al hombre le
parece derecho, pero su fin es camino de muerte”.*
*Libro de Proverbios 14:12
[Publicado en diario VOCES el 26 de abril del 2013]
totalmente de acuerdo
ResponderEliminarBendita esa voz que anuncia la verdad!
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