Lo que un cristiano hace por su país
Pasó el mes de julio y los peruanos
celebramos una vez más “Fiestas Patrias”. Embanderamos nuestras calles y
pusimos "rojo y blanco" por todas partes; con desfiles, poemas, canciones y
bailes nos sentimos más peruanos; disfrutamos de manera especial nuestra rica
herencia culinaria y por las redes sociales nos decimos uno al otro:
"tengo el orgullo de ser peruano y soy feliz". Los cristianos
expresamos además nuestra gratitud a Dios por la grandeza de esta tierra y el
legado del país en el que nos hizo nacer.
Pero como ese orgullo y gratitud no
puede quedar sólo en palabras y festejos, nuestro amor a la Patria lo demostramos
con acciones y hechos concretos. La Biblia nos lo ordena. Si bien los
cristianos esperamos una patria celestial, hoy, ésta es la nuestra, y en las
cartas de los apóstoles encontramos por lo menos cuatro cosas muy claras que un
verdadero cristiano debe hacer por el país en el que vive.
1. Un verdadero cristiano paga sus
impuestos (carta a los romanos cap.13 vs.6,7). Algún cristiano podría creer que
no está obligado a pagarlos por causa de la corrupción; o si lo hace, hacerlo
de mala gana pensando en el mal uso que podrían hacer del dinero. Pero la
Biblia declara que éste es un deber en el que los creyentes no bebemos faltar. Con
los impuestos crece un país y los creyentes deben cumplir con sus obligaciones
económicas pensando en ello. Un cristiano debe declarar con verdad lo que gana,
emitir boletas y facturas, pedirlas, pagar su impuesto predial, arbitrios,
alcabala, etc.
2. Un verdadero cristiano es un buen
vecino (carta a los romanos cap.12 vs.17-21, 1ra. de Pedro 2:12). Algún
cristiano podría pensar que si es objeto de burlas, discriminación o persecución,
no está obligado a responder con bondad y hacer bien. O quizá, puede que se crea mejor que ellos y los desprecie por que no van a una iglesia
o tienen costumbres “paganas”. La Biblia enseña que un cristiano debe amar a
todos, incluso a sus enemigos, “manteniendo
buena la manera de vivir”, tratando de estar en paz con todos, no
incentivando discordias, pleitos, sino siendo pacificadores, sirviendo a los
demás, contribuyendo al desarrollo del barrio, siendo un ciudadano ejemplar, un
buen vecino.
3. Un verdadero cristiano respeta a
las autoridades y obedece las leyes (carta a los romanos 13:1-5 y 1ra. de Pedro
cap.2 vs.13-17). Algún cristiano podría decir que su lealtad es sólo para su
Señor Jesucristo y que siendo él su única autoridad no está obligado a
someterse a ninguna autoridad humana. Sin embargo, la Biblia aclara que toda
autoridad ha sido puesta por Dios, pues siendo él efectivamente la suprema
autoridad ha delegado tal atribución a ciertas personas para que gobiernen; por
lo tanto “quien se opone a la autoridad,
a lo establecido por Dios resiste”. El cristiano debe ser ejemplo
en el cumplimiento de las leyes y respeto a sus autoridades, y por esa misma
razón debe respetar las instituciones y los símbolos patrios. En estos tiempos
de democracia, si un creyente discrepa con la gestión de alguna autoridad o alguna
ley, puede (por otras leyes que le facultan) hacer sentir su voz de protesta y
actuar proponiendo cambios y mejoras; pero al hacerlo, no debe abandonar el
respeto y las buenas formas.
4. Un verdadero cristiano ora e
intercede por sus gobernantes (1ra carta a Timoteo 2:1-2). Algún cristiano
podría dejarse llevar por las quejas y reclamos de la población, y unirse a ellos
con críticas e insultos; o peor, con protestas violentas. Puede darse también
el caso que reaccione mal, con odio y rencor hacia autoridades injustas o que
actúan en contra del evangelio. La Biblia le ordena al cristiano mirar la
situación del país desde un punto de vista espiritual y no solo desde un plano físico
y material; por lo que debe usar la oración para interceder “por todos los hombres; por los reyes y por
todos los que están en eminencia”. Porque el principal problema de la
humanidad y de nuestro país consiste en haberse alejado de Dios, que es vida,
justicia y sabiduría, que es precisamente lo que más necesitan nuestros gobernantes. Por
ello, los cristianos que aman a su país oran para que sus autoridades reconozcan
tal necesidad y busquen perdón, restauración, sabiduría y conocimiento de Dios para
hacer su voluntad
Si el Perú es un país de tradición
cristiana no seamos sólo cristianos de tradición. Seamos verdaderos cristianos,
obedezcamos la Biblia y contribuyamos al desarrollo de nuestro país. Así
demostraremos nuestro amor a la patria no solo en un mes, sino cada día del año.
[Publicado en Voces, 2 de agosto del 2014]
hola paso visitándoles reciban muchas bendiciones hermanos desde mi blog www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com
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