"No se puede vivir del amor"
“No se puede comer al amor,
Las deudas no se pueden pagar con amor,
Una casa no se puede comprar con amor,
No se puede, no se puede vivir del amor,
No se puede vivir del amor,
Lo dijo la chica que te dijo que no,
No se puede vivir del amor.”
Si se
define al amor sólo como un sentimiento y pasión, indudablemente que Andrés
Calamaro tiene razón. La canción sonaba mucho a comienzos de siglo y hace poco
la volví a oír. ¡Cuántos jóvenes necesitan oírla de nuevo! (Y algunos casados
también). Deseos, besos, compañía, palabras bonitas, caricias… no dan de comer.
Ese tipo de amor no es suficiente para ser feliz. La vida de pareja es mucho
más que eso, y quienes piensan unirse a alguien para compartir una vida en común,
deben asegurarse que exista un verdadero compromiso de amor. Sin él, no habrá
buen futuro.
Decir y
expresar los sentimientos con palabras o afecto sin más acciones que lo
demuestren, no es verdadero amor; y si lo es, es un amor incompleto, le falta demasiado.
A diferencia de ese amor del que trata la canción, la Biblia nos enseña que el verdadero
amor sí suple muchas necesidades, porque el amor real, “de hecho y en verdad” da lo mejor para beneficio de la persona
amada. El que ama de verdad, se esforzará en ser mejor persona, trabajará,
proveerá y tendrá para la comida, para pagar la casa y pagar las deudas. El
amor es la motivación, el “motor” que impulsa a buscar lo mejor para el otro,
con trabajo, esfuerzo, renuncia y sacrificio, tanto en lo material como en lo
personal.
Por lo
tanto, los enamorados y novios deben asegurarse de ver reales muestras de amor
en su pareja. No sólo el ramo de flores o el peluche para el día de los
enamorados, la rica cena o los mimos y cariños, ni el pasarla bien en fiestas o
en la intimidad (que debería darse recién en el matrimonio). El amor debe
demostrarse con el trato, el carácter, el comportamiento, los valores y las
acciones. Si cumple con su palabra, si dice la verdad, si gusta del trabajo y
la honestidad, si es fiel, si quiere comprometerse, si respeta la opinión
diferente, si valora a su pareja y busca su bienestar; si practica la
comprensión, el perdón; si su amistad es una influencia para ser mejor persona,
si ama de verdad.
Es
cierto, no se puede vivir de la pasión y las emociones. Son sólo eso. Necesitamos
del verdadero amor. Aprendamos a amar; enseñemos a nuestros hijos a amar; guiemos
a nuestros jóvenes a buscar el amor de verdad. Sobre todo, el amor de Dios.
*1Jn.3:18
Me alegraste el día
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