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Mostrando entradas de febrero, 2010

Un llamado a la Iglesia

La autocrítica siempre es necesaria. Ya sea de manera personal, o en grupo, si está basada en la verdad, aunque no sea agradable hacerla, siempre será buena y necesaria. A veces alguien levanta su voz, ya sea con una prédica, escritura, poema o canción y nos hace recordar las cosas básicas, fundamentales de lo que Cristo espera de su Iglesia, de todos aquellos que profesamos seguirle. Una de esas voces es la de Marcos Vidal. Cantante, compositor y pastor evangélico, que a través de su canción “Cristianos”, hace una comparación de lo que fueron los primeros seguidores de Cristo, con lo que somos ahora: Antes les llamaban “nazarenos”, después “cristianos” hoy no saben ya como llamar a cada grupo, hay tantos... Antes al mirarles se decían: "¡Ved como se aman!", hoy al contemplarlos se repiten; ¡"Ved como se separan"! ¿Quién sabrá quién de ellos tienen la verdad?

Reconociendo al verdadero amor

No es fácil reconocer el amor verdadero; menos aún cuando se oyen tantos conceptos incompletos y equivocados en los que se presenta al amor sólo como un sentimiento ó pasión. El amor no sólo es un sentimiento. Es decisión, acción, es buscar la felicidad y el bienestar de la persona a quien se ama, dando lo mejor de sí mismo, y no sólo esperando recibir afecto, cuidados, comprensión ó placer. Así es el amor que hallamos en la Biblia. En el capítulo 13 de la primera carta del apóstol Pablo a los corintios, se encuentra lo que muchos han denominado “el poema del amor”:

Consejos para los jóvenes

La vida se vive una sola vez, se va día a día, como el agua entre las manos, sin poder contenerla, sin poder “ahorrarla”, sólo con la posibilidad de aprovecharla bien… ¡Cuán importante es saber cómo vivirla! Por eso en la Biblia hallamos consejos para los jóvenes, (quienes todavía tienen “toda una vida por delante”) para que sean sabios y aprendan a vivir bien. Una de esas exhortaciones la encontramos en el libro de Proverbios, en los capítulos 1 y 2 ; y que en esta oportunidad transcribo algunos versículos de la traducción “Dios habla hoy”. Como si la sabiduría tuviera voz, ella misma llama y clama tratando de imponerse sobre otras voces de este mundo, más ruidosas, más llamativas, pero equivocadas; pidiendo que la tomen en cuenta, que la reciban… antes que sea demasiado tarde: Por calles y avenidas la sabiduría hace oír su voz; proclama sus palabras por las puertas, por los puntos más concurridos de la ciudad:

¿Y si Dios no existe?

Es conocido el relato acerca de un ateo, que acostumbrado a burlarse de los creyentes, en cierta ocasión le cuestionó a un cristiano: “Eres un aburrido, no disfrutas la vida, no eres libre, eres un reprimido. Te pasas la vida estudiando la Biblia y preguntándote si algo es bueno o malo, con la intención de vivir para agradar a alguien que nunca has visto. ¿Y qué tal si al final de tus días descubres que ese Dios que tanto quisiste agradar no existe? ...No hay Dios, no hay cielo, no hay nada. ¿Te imaginas? Te habrás sacrificado y habrás perdido toda una vida en vano.”