Peruanos de Calidad

Muchos hemos visto el logotipo en diversos productos peruanos garantizando haber sido elaborados con un adecuado proceso de calidad, y por lo tanto capaces de satisfacer las expectativas de los consumidores, tan igual como lo haría un buen producto de importación.

Pero... ¡¿quién puede garantizarnos peruanos de calidad?! Peruanos íntegros, buenos ciudadanos, enquienes podamos confiar, que mantengan sus valores en toda circunstancia y en todas las áreas de sus vidas... ¿Alguien los produce? ¿Cómo identificarlos? ¿Dónde “comprarlos”? ¿Cuánto cuestan?

Podríamos imaginarnos una entidad como la COPCA (Certificadora oficial de Peruanos de calidad) para certificar anualmente con un holograma en el DNI o una marca láser en la frente, a todos aquellos peruanos que luego de ser instruidos y sometidos a una serie de pruebas, demostraron tener un aceptable IDI (Índice de Integridad). Pruebas como encéfalo-psicogramas para la visualización de sus principios morales, implantación de bio-chips contadores de mentiras y simulaciones en realidad virtual para predeterminar sus respuestas a situaciones comprometedoras, generando cuadros y gráficas de virtudes y niveles de resistencia moral, con descarte de hipocresía y volubilidad.

Con una certificación así, tendríamos plena confianza para elegirlos como esposos, trabajadores, socios, gerentes, dirigentes sociales, inquilinos, policías, periodistas, pastores, sacerdotes, alcaldes, abogados, jueces, congresistas, presidentes, y por supuesto, a los propios directores de COPCA.

COPCA es irreal. Pero el ser íntegros es una muy posible realidad. La historia universal y los escritos bíblicos registran a varios. En la Biblia, uno de ellos fue el hebreo José*, quien luego de ser sometido a una serie de exámenes vivenciales, llegó a ser primer ministro de Egipto. Su dependencia de Dios, le permitió aprobar con excelencia en por lo menos cinco de las pruebas que da la vida: La adversidad, la prosperidad, el placer, el poder y el tiempo. Pruebas no de ficción, sino reales y en las que salimos aprobados ó desaprobados cada día.

Los peruanos tenemos un gran país, con grandes recursos naturales y con el potencial de generar grandes riquezas. Pero pareciera que nuestra “producción” de buenos peruanos va disminuyendo con el paso de las décadas. Nos urge iniciar un proceso de generación de ciudadanos de calidad, que con firmes principios morales, sepan hacer uso correcto de las riquezas, el conocimiento, y el poder; no sólo para el bien de sí mismos, sino para compartir y servir, buscando el bien de los demás; cada uno convencido de que aquel Dios que dio la vida, también pedirá cuentas por lo que se hace con ella.

El proceso de generar buenos ciudadanos puede parecer largo y complejo. Pero empieza con el compromiso personal de ser íntegros y ser ejemplo. Démosle al Perú peruanos de calidad: Empecemos con nosotros mismos y nuestros hijos.



* La historia de José se encuentra en el Libro de Génesis, capítulos 37, y del 39 al 50
Publicado el 25 de mayo del 2009

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