La Biblia como herramienta para el desarrollo (II)


Hay quienes pretenden asignar a la Biblia un papel meramente espiritual, sin importancia en el mundo material. Como si fuera un asunto privado, sólo de fe, restringido al ámbito religioso, sin mayor efecto en la sociedad (salvo acompañar bodas, entierros y juramentos). Pero los libros de la Biblia no sólo hablan “del más allá”, sino “del muy acá”, del presente, del día a día, de principios y valores que permiten una mejor vida en esta tierra. Por eso, necesitamos “redescubrir” la Biblia, “desempolvarla” y comprender su valor práctico para afrontar los problemas de nuestra nación.

Las enseñanzas de Jesús y sus apóstoles tienen el potencial de cambiar la manera de pensar de la gente. La Biblia le pide a sus lectores que no acepten las cosas sólo porque “todo el mundo lo dice”; ni a hacer algo sólo “porque todos lo hacen”, sino que ordena a sus lectores: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento”. En esto, la Biblia cumple un papel formidable en aquellos que la obedecen. Desde las cosas más simples, hasta los asuntos más complejos.

Hace años, una organización alemana dedicada a la labor social en un barrio del Agustino en Lima, pudo comprobar lo descrito anteriormente. A pesar de su esforzado trabajo, (capacitación permanente, ayuda personalizada, construcción de colegios, consultorios médicos, odontológicos, etc.) los resultados obtenidos no eran lo que ellos esperaban. Nuestra denominación aceptó apoyar dicha labor con la enseñanza bíblica. Al poco tiempo después, sus representantes reconocieron con gratitud el gran aporte de la Biblia: “Por diez años hemos tratado de enseñar a estos niños y padres hasta lo más elemental; además del cuidado de la salud. Ustedes vinieron con el evangelio y en un año, cambiando sus vidas espirituales, esas personas están implementando todo lo que deseábamos ver con relación a la higiene…”

Otro caso evidente, es el de la cooperativa “Atahualpa-Jerusalén”, más conocida como “Granja Porcón”, en Cajamarca, que son considerados como un ejemplo de desarrollo sostenible. Entre sus actividades destaca el manejo forestal (11,000has.), la crianza de truchas (más de 20Tn. anuales), la ganadería, elaboración de productos lácteos, el turismo (110,000 visitantes al año), etc. y todos con evidente éxito. Ellos, al compartir sus lecciones aprendidas declaran: “Hemos logrado entender que separados de Dios nada podemos hacer y si estamos con Él no hay nadie y nada contra nosotros. Hemos aprendido que la unidad y trabajo en equipo basado en el evangelio es un arma poderosa para combatir la pobreza y limar aquellas asperezas que dificultan el desarrollo socio económico sostenible”. Y en palabras de la minera Yanacocha: “Granja Porcon es un ejemplo a seguir… ha logrado combinar el cooperativismo y la religión evangélica cristiana, lo que les asegura cultivar valores para consolidar un desarrollo humano y social.”

Podría citar muchos casos más. Su aplicación en el cuidado del medio ambiente, la zonificación económica ecológica, la educación sexual, “Escuela de Padres”, consejería familiar, rehabilitación social, finanzas, etc. Sin pasar por alto el aporte de miles de servidores públicos y profesionales que siguiendo las enseñanzas de la Biblia, están esforzándose para desempeñar sus funciones con eficiencia e integridad moral.

Somos un país cristiano. No escondamos la Biblia, no la desaprovechemos, no la despreciemos, ni nos avergoncemos del evangelio “…es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree” (Carta a los Romanos cap.1, vs.16) El Perú todavía puede salvarse. La Biblia es una poderosa herramienta para el desarrollo.




Publicado el 12 de octubre del 2009

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