Una oración por nuestro país
Nos dirigimos a tí Señor, Yahvé, Jehová nuestro Dios: Te pedimos por nuestro país. Te rogamos que le concedas la capacidad de abrir sus ojos para ver, y darse cuenta que sin ti, se puede tener más dinero pero no la felicidad; que se puede tener más recursos pero no la paz. Que el verdadero desarrollo es integral, la que involucra el alma y el espíritu, la persona y la familia; y no sólo la mayor cantidad de billetes que se recibe al mes, ó más redes de agua, desagüe y electricidad, ó el crecimiento del PBI.
Señor, concede a nuestro Perú, el poder verse a sí mismo, y darse cuenta de su real condición; que su tradición cristiana es sólo tradición, que las honras y fiestas que en el país se hacen no reflejan la conducta diaria. Concédenos como país la capacidad de entender que necesitamos arrepentirnos, cambiar. Pues en realidad, somos un país hipócrita, que dice creer en Cristo, pero que lo niega con sus hechos, con instituciones y ciudades llenas de mentira, con deslealtad, estafa y corrupción. Ayúdanos a ver y reconocer que todos somos culpables. Todos, las autoridades, congresistas, jefes, empresarios, empleados, obreros. Todos, por no haberte oído, amado y obedecido. En verdad “no hay justo ni aun uno”, dice la Biblia: “Todos hemos pecado”. Injusticia, inseguridad, muertes, falta de paz, desempleo y pobreza; son la cosecha de lo que hemos sembrado.
Señor, haz que como nación, no desechemos el legado histórico del cristianismo, que podamos separar lo bueno de lo que estuvo mal hecho. Que podamos diferenciar el mensaje de los mensajeros. A Cristo, de sus seguidores. Te rogamos, que el Perú redescubra el evangelio, su esencia y vigencia, y el poder de sus enseñanzas.
Dios nuestro, concédenos a los peruanos, el poder conocerte de verdad, y así poder confiar en tu gracia y poder. Danos la esperanza de saber que podemos mejorar y vivir en un mejor lugar. Si nos arrepentimos, y cambiamos nuestro mal comportamiento; tú restaurarás nuestra costa sierra y selva, transformarás nuestra patria y nos darás paz y bienestar en el alma, el cuerpo y el espíritu. Y creceremos, y tendremos desarrollo integral. Tal como tú lo dijiste, así como tú mismo lo prometiste: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”. Sana nuestro país.
Gracias por esta preciosa tierra que tú creaste, y en la que nos hiciste nacer. Gracias por tu amor y el ofrecimiento de perdón en Jesucristo.
Y que cada día, muchos peruanos más puedan unirse a esta oración. Amén.
Publicado el 24 de julio del 2010
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