El hermano Pablo ya no está con nosotros. Celebró sus 70 años de matrimonio y un día después partió a la eternidad; aunque en uno de sus mensajes titulado “ ¡No lo Crea! ” (1968) se anticipó y pidió que no creamos en la noticia de su muerte. En aquella oportunidad dijo que cuando eso suceda “lo más probable es que, en efecto, mi corazón haya dejado de latir. Pero el verdadero yo —aquello que es mi personalidad, mi fuero interno, mi alma, mi vida espiritual— no habrá muerto. Más bien, ese es el día en que estaré más vivo que nunca. Es que, amigo mío, yo nací dos veces. La primera vez nací en 1921. Pero volví a nacer en 1932, cuando tenía once años de vida física. El primer nacimiento fue el del cuerpo; el segundo nacimiento fue el del espíritu. Y aunque el cuerpo muera, el espíritu nunca morirá. Al contrario, el simple hecho de haber nacido de nuevo me garantiza vida eterna junto al Señor Jesucristo… ¿Ha tenido usted la experiencia del segundo nacimiento? Jesucristo le dijo a Nicodemo