Un mensaje a la conciencia... por el "Brother Pablo"
El hermano Pablo ya no está con nosotros. Celebró sus 70 años de matrimonio y un día después partió a la eternidad; aunque en uno de sus mensajes titulado “¡No lo Crea!” (1968) se anticipó y pidió que no creamos en la noticia de su muerte. En aquella oportunidad dijo que cuando eso suceda “lo más probable es que, en efecto, mi corazón haya dejado de latir. Pero el verdadero yo —aquello que es mi personalidad, mi fuero interno, mi alma, mi vida espiritual— no habrá muerto. Más bien, ese es el día en que estaré más vivo que nunca. Es que, amigo mío, yo nací dos veces. La primera vez nací en 1921. Pero volví a nacer en 1932, cuando tenía once años de vida física. El primer nacimiento fue el del cuerpo; el segundo nacimiento fue el del espíritu. Y aunque el cuerpo muera, el espíritu nunca morirá. Al contrario, el simple hecho de haber nacido de nuevo me garantiza vida eterna junto al Señor Jesucristo… ¿Ha tenido usted la experiencia del segundo nacimiento? Jesucristo le dijo a Nicodemo: “Os es necesario nacer de nuevo.” Y, amigo, esa misma declaración es tan verdadera hoy como lo fue el día en que Jesús la hizo: ¿Ha nacido usted de nuevo?” (Jn.3:3-5).
Su “Mensaje a la Conciencia” llegó a transmitirse más de 6000 veces por día en más de 30 países, por casi medio siglo. En nuestro país su microprograma se hizo muy conocido vía Panamericana televisión y muchas emisoras a nivel nacional; popularizado aún más por Manolo Rojas y su personaje el “brother Pablo” de “Perusalén”. El imitador, al enterarse de su muerte, en una entrevista radial, no pudo menos que recordarlo con nostalgia, respeto y admiración; como la vez que se encontró con él y le preguntó si le molestaba que lo imitara, a lo que el hermano Pablo le respondió que no, que todo lo contario; y les dijo a los pastores que estaban a su alrededor: "Las veces que no he podido salir en televisión, por diferentes problemas, el señor Manolo Rojas ha salido por mí y me ha representado. Y la gente no se ha olvidado de mí gracias a él. Yo tengo mucho que agradecerle a usted. Así que todos vamos a orar por él". Y así lo hicieron.
En dicha entrevista (vía RPP Radio Programas del Perú), le pidieron a Manolo Rojas que hiciera el esfuerzo y pensara en un mensaje que pudiera dar el hermano Pablo a los peruanos que sienten su partida, si pudiera comunicarse en estos momentos. El actor lo hizo y no fue humorístico. Notoriamente emocionado lo imitó una vez más:
“…decirles en estos momentos a toda la juventud de Perú, ese pueblo tan hermoso que muchas veces me ha recibido cuando he llegado, y he tenido la suerte de estar en el estadio nacional o de repente en el local más pequeño donde se ha podido convocar muchos hermanos cristianos. Decirles que se acerquen al Señor... Nosotros somos producto de una creación de alguien muy poderoso que es el Señor, que es El Divino, tratemos de acercarnos, no solamente en momentos difíciles cuando de repente nos falta el dinero, o tenemos problemas judiciales, o queremos pasar un examen, sino en todo momento agradecerle al Señor. Aprender a ser agradecidos: En ese momento vamos a ser grandes y vamos a encontrar el verdadero camino de la felicidad...”
Bien. Tomémoslo como “Un Mensaje a la Conciencia. Por Manolo Rojas: El Brother Pablo”; válido, pertinente, y con toda seguridad un mensaje que el mismo hermano Pablo pudo dar, porque lo supiera o no, lo que dijo está en la Biblia:“¡Regocíjense en el Señor! El Señor está cerca. Por nada estén afanosos, sino oren a Dios con acción de gracias. Estén siempre gozosos. Den gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios y su paz guardará vuestros corazones y pensamientos en Cristo Jesús”.*
Demos gracias por quien fue nuestro querido hermano Pablo Finkenbinder, por su vida sencilla y ejemplar. Demos gracias a Dios por su contribución a “despertar la conciencia del pueblo hispano a fin de rescatar los valores morales y espirituales de nuestra sociedad”. Demos gracias porque Dios sigue hablando a nuestras conciencias de muchas maneras, aún a través de nuestro “Brother Pablo”.
*Filipenses 4:4-6; 1ra Tesalonicenses 4:16-18
[Publicado el 4 de febrero del 2012]
Grande!
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