Nacer de Nuevo
“Es necesario nacer de nuevo. El que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios” *. Las palabras de Jesús sorprendieron al teólogo y religioso Nicodemo. Él era un judío fariseo, celoso cumplidor de la Ley. No era un mentiroso, inmoral, ladrón o asesino. Todo lo contrario. Se esforzaba por hacer el bien, estudiaba las Escrituras, asistía fielmente a la sinagoga (la “iglesia” de aquel entonces), y esperaba así poder entrar al reino de Dios. Por eso le era incomprensible que tanto él como el más vil pecador, ambos, de igual manera necesitaran nacer de nuevo.