Cada año te amo más


Me es más fácil escribirlo que decirlo, y aunque ni así logre expresar todo lo que quisiera, lo cierto es que cada año que paso a tu lado te amo más.

Hace quince años Dios me regaló la oportunidad de conocerte. Hace diez años Dios me dio como herencia* tu compañía para ser mi esposa y soy feliz por ello. Él nos unió primero en una amistad y luego en un amor para toda la vida, por lo que me queda sólo elevar mi corazón en gratitud. Gracias a Dios porque sin él no te tuviera. Y gracias a ti, por tu amistad, tu apoyo, tu amor (GPTA por siempre… tú entiendes). Eres mi complemento, mi ayuda, mi risa, mi aventura, mi amiga, mi esposa. ¡Gracias!

Nos conocimos en un campamento de fin de año de jóvenes de la iglesia al cual no estaba en tus planes ir. Un pollito a la brasa, una foto, un bizcocho de chocolate… Nos hicimos más que amigos entre reuniones de jóvenes, cultos dominicales, paseos, viajes, sirviendo y ayudando a otros, compartiendo lo que también nos han enseñado. ¡Cuántas cosas pasaron! Buenas, otras no tan buenas… pero todas ellas han servido para conocernos más y ser mejores amigos. Si rompimos ni me di cuenta. Lo que recuerdo es que el amor creció hasta que decidimos estar Juntos para toda la vida. Ante muchos testigos nos comprometimos a confiar en la gracia de Dios para amarnos “hasta que la muerte nos separe”, “en la riqueza y la pobreza, en la salud y la enfermedad”. Y hoy puedo decir (también frente a muchos testigos) que mi decisión se renueva y permanece con una certeza y convicción aún mucho más grande que la que hice hace diez años; porque ahora te conozco más.

Como a estas alturas lo veo, un matrimonio feliz no implica ausencia de dificultades ni requiere de una pareja de perfectos (porque como te habrás dado cuenta, yo no lo soy; aunque tú casi… pero tampoco). Un matrimonio requiere más bien de dos personas que buscan cada día someterse al amor y la gracia de Dios, y ser guiados y corregidos por su Palabra. Por ella hemos cambiado. Seguiremos cambiando. Y en este proceso continuaremos amoldándonos, “haciéndonos” uno al otro. Eres mi bendición y “mi ayuda idónea”*. Dios te ha usado en muchos aspectos para que yo sea mejor. Gracias. Le pido a Dios que me conceda también ser cada día una bendición para tu vida y así, ambos ser de bendición a muchos más. En los años que él me dé para vivir, quiero ser un mejor siervo de Dios, un mejor padre, un mejor esposo y demostrarte aún más cuánto te amo.

Dicen que en los casados el amor se desvanece. Dicen que el matrimonio mata el amor. No me consta. Por la gracia de Dios soy del grupo de casados felices, por lo que con todo el corazón puedo decir: Esposa: te amo cada vez más.  

Feliz Décimo Aniversario.




* Proverbios 19:14; Génesis 2:18,20,22



[Publicado el 9 de febrero del 2013]


Comentarios

  1. Anónimo1.12.13

    . COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
    EN LA CONDUCCION DIARIA

    Cada señalización luminosa es un acto de conciencia

    Ejemplo:

    Ceder el paso a un peatón.

    Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.

    Poner un intermitente

    Cada vez que cedes el paso a un peatón

    o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.


    Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.


    Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.


    Atentamente:
    Joaquin Gorreta 55 años

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