El testimonio de uno que buscó a Dios


La Biblia es el registro de quienes experimentaron un encuentro con Dios. En ella encontramos testimonios como el de David, el segundo rey de Israel; pastor de ovejas, músico y poeta, que al sufrir en su vida angustias y temores pudo encontrar en Dios la manera de librarse de ellas. Este es el testimonio que nos dejó:

“Busqué a Jehová y él me oyó, y me libró de todos mis temores.
Este pobre clamó y Dios le oyó, y lo libró de todas sus angustias.

Muchas son las aflicciones del justo,
Pero de todas ellas le librará Jehová.
El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende.
Los que ponen sus ojos en él resplandecen de alegría y no son defraudados.

Claman los justos, y Jehová oye, y los libra de todas sus angustias.
Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón;
Y salva a los contritos de espíritu.

¡Vean y comprueben que Dios es bueno!
Dichoso es el hombre que confía en él.

Honren al Señor, ustedes que creen en él.
Pues nada falta a los que le honran.

Venid, hijos, oídme; El temor de Jehová les enseñaré:
Si desean vida, muchos días para ver el bien,
Entonces guarden su lengua del mal, y sus labios de hablar engaño
Busquen la paz, y síganla.

Matará al malo la maldad
Y los que aborrecen al justo serán condenados.
Pero Dios redime el alma de sus siervos
Y no serán condenados cuantos en él confían.

Bendeciré a Jehová en todo tiempo, y siempre lo alabaré.
En él me gloriaré,  y lo oirán los humildes y también se alegrarán.
Engrandezcan a Dios conmigo y exaltemos a una su nombre”.

Este es sólo un testimonio (un arreglo del Salmo 34), uno de los tantos que compuso David, y en los cuales expresa con mucha sinceridad sus temores, dudas y frustraciones, pero a la vez su confianza en aquel Dios que nunca lo defraudó. Por eso dice con convicción que Dios “está cercano a todos los que le invocan. A todos los que le invocan de veras”*. ¡Dichosos los hombres y las mujeres que confían en él!
*Salmo 145:18




[Publicado el 23 de febrero del 2013]



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