Motivaciones para participar en la campaña electoral
Nos dirigimos al militante y al candidato
que se encuentra en campaña para las elecciones municipales y regionales. Esto
es lo que tenemos que decirles:
Si usted está muy animado repartiendo
volantes o marchando con globos y música por las calles, bien. Solo esperamos
que lo haga pensando en el bienestar común, convencido de que su candidato es
la mejor propuesta para el desarrollo de la comunidad, y no porque anhela un
puesto de trabajo o algún beneficio para su negocio o pariente.
Si postula en la lista de regidores,
esperamos que haya aceptado tal candidatura por un fuerte deseo de servir a su
ciudad con ideas y propuestas claras. Si ha sido invitado solo para completar
la lista requerida, esperamos que de ganar su candidato no exija que le paguen
“el favor”. Apoye desinteresadamente.
Si es de los que financia la campaña
de un partido, dando miles de soles para pagar publicidad y orquestas, intentaremos
creer que lo hace sin interés alguno; solo por su amor a la ciudad y su lealtad
a la propuesta partidaria. No queremos pensar que lo hacer por negocio,
invirtiendo en su candidato para luego cobrarle el apoyo con “grandes intereses”
o asegurar contratos futuros.
Si usted es candidato y ahora saluda con
una sonrisa a todas las personas al caminar, y visita los pueblos y caseríos
regalando calaminas, cocinas o machetes, asumiremos que su interés por la gente
es genuino y no el intento de comprar un voto. Lo comprobaremos después de las
elecciones: si gana seguirá ayudándolos y si pierde también. Porque los
partidos políticos y sus militantes debieran mostrar interés por las personas en
necesidad siempre y no solo en los meses de campaña.
Si es alcalde y postula a la
reelección, esperamos que tenga el coraje de ser honesto y no usar los recursos
de la municipalidad para el beneficio de su campaña. Esperamos que no presione a
sus trabajadores para que le apoyen “voluntariamente” descontándole parte de su
sueldo, u obligándoles a participar de las reuniones de coordinación para los
mítines, todo por la amenaza de perder el puesto si entra otra gestión.
Sea cual sea el cargo al que postula,
sepa bien en qué se mete: Está anhelando un puesto de autoridad y poder para
servir a los demás y no para servirse usted. Si tiene buenas intenciones,
adelante. La democracia necesita personas que quieran servir. Ojalá el pueblo
lo elija. En caso contrario, si su intención es la de enriquecerse y beneficiar
a sus amigos, desista, arrepiéntase y cambie de actitud, porque “Dios no tomará por inocente al culpable”. Advierta con claridad a todos los que
le apoyan en su campaña que será honesto y que no podrá devolverles el dinero
que donan, ni pasará por encima de la ley para retribuirles de alguna manera el
favor. Si eso es lo que buscan, mejor que se vayan y apoyen a otro candidato.
No se crea aquella mentira que se puede hacer lo correcto por los medios
incorrectos. El fin no justifica los medios.
[Publicado en diario Voces, 23 de agosto del 2014]
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