"Ni una menos" y el adiós a la "Chica21".

Me enteré de la noticia por el resumen de titulares del diario Perú21 al que estoy suscrito vía email, y por supuesto me llamó la atención. La “Chica21” no va más. No aparecerán más mujeres semidesnudas en la contraportada del diario, no volverán a publicar sensuales y provocadoras fotografías... Ellos lo explican: “Hoy decimos adiós a la Chica 21, una sección que, a estas alturas, consideramos innecesaria”. Totalmente de acuerdo. Pero, ¿por qué en los años anteriores sí la consideraban necesaria?

La nota continúa: “Celebrar la belleza del cuerpo —femenino o masculino— no es una mera frivolidad o un asunto inmoral, en absoluto, pero creemos que, a mediados de la segunda década del siglo XXI, las páginas de un diario como Perú21 no son el lugar indicado para hacerlo.” Pero la explicación todavía es insuficiente… ¿Por qué antes sí se consideraba un lugar apropiado para hacerlo?

La “Chica21” se va, pero deja otras interrogantes sin respuestas: ¿Cuál es la diferencia entre “celebrar la belleza del cuerpo” y presentar a la mujer como un objeto sexual? ¿Cómo se distingue el límite entre “celebrar” y “comercializar”? ¿Cuán malo o bueno puede resultar estas imágenes en un medio al que acceden también los niños? ¿Qué aprenden? ¿Contribuye al respeto y la valoración de la mujer?

La verdad que se pretende ignorar es que no se trata únicamente de “belleza” sino de sensualidad. Son imágenes que despiertan la codicia por la “mujer ajena”, sobrevalorando lo que tiene (su cuerpo y sus partes), y no su persona; un factor más, que sumado a los tantos que hay, entorpecen los esfuerzos para erradicar el irrespeto y la violencia hacia la mujer. No es apropiado que se las ponga en “escaparates”, no está bien que sean “artículos de exhibición”, porque año tras año, de una y mil maneras, muchos hombres aprenden desde niños a verlas como si fueran objetos que están en alquiler o en venta, y hay quienes efectivamente así lo hacen. Jóvenes que las buscan como “enamoradas de turno” o esposos que buscan “complementos” para sus esposas. Otros, perversos, llegan a maltratarlas y abusar de ellas pues aprendieron a verlas como objetos que deben poseerse.

Exponer a las mujeres de tal manera, tantas veces y por tantos medios, sí es inmoral, pero como nuestra sociedad sufre de mutaciones morales, hoy se considera bueno lo que antes se consideraba malo, ¡estamos saturados de esto y no se le ve ningún problema! De un extremo nos fuimos al otro. No nos extrañe que lo que hoy consideramos malo, mañana se vea como bueno.

“Ni una menos”, es la consigna de estos días en contra de la violencia hacia la mujer y esperamos que los medios de comunicación sean consecuentes con lo que promocionan. Ya lo hizo Perú21, suponemos que también lo hará el diario El Trome despidiendo a sus “malcriadas” pues ambos diarios son propiedad del Grupo El Comercio. (A propósito, ¿les darán más ropa a las chicas de “Esto es Guerra”?) ¿Y qué de los medios de comunicación en nuestra región? ¡Sin olvidar a los colegios y universidades!  Ojalá que dejen de “celebrar la belleza” de sus alumnas y se olviden de los concursos en ropa de baño, porque ni son lugares apropiados, ni ayudan a la formación de los alumnos. Tomemos en cuenta que se violenta lo que no se respeta ni se ama. Enseñemos a respetar y amar*.

El diario Perú21 termina diciendo: “Creemos que no es tiempo de chicas en bikini. Que el foco de nuestra cobertura debe concentrarse en los retos que enfrentan, los desafíos que tienen por delante, las luchas, logros y conquistas de las mujeres peruanas”. Bien. Que este sea el sentir de muchos más.

*1Carta de Pedro, cap.3; vs.7





[Publicado en diario VOCES, el 13.07.2016]


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