Autoridades con vocación de servicio y vida ejemplar
Un proverbio bíblico declara lo que la historia universal nos ha enseñado: “Cuando los justos predominan, el pueblo se alegra. Cuando los impíos gobiernan, el pueblo gime”.* La expectativa “natural” de un pueblo es que quien los preside y gobierna sea digno del cargo, de ahí que una autoridad sin “autoridad moral” resulta ser una afrenta contra el pueblo. En la Biblia también encontramos que las buenas autoridades ejercen sus funciones con una actitud de servicio y una conducta ejemplar.