¿Ver para creer?

“Ver para creer” es un dicho que ya no se aplica igual que antes. Antes, bastaba ver una fotografía para constatar la veracidad de algo y no era difícil notar un fotomontaje; pero hoy, la tecnología y el internet nos muestran tantas fotos “trucadas” y “tan reales” que hasta importantes medios de comunicación han caído en alguna farsa. ¡Qué decir de los usuarios de las redes sociales! Acostumbrados a creer lo que ven, comparten mentiras, bromas, y “pruebas” de falsedades históricas y leyendas urbanas. 

En las últimas elecciones de Perú, muchos compartieron con indignación la foto en la que se veía a la candidata Verónica Mendoza sonriendo al lado de Abimael Guzmán. Algunos de ellos todavía no se enteran que era falsa. Del mismo modo, hay quienes dudan de la muerte de Juan Gabriel, por una “foto reciente” que le tomaron en Malasia. Y en estos días, las redes mostraban a personas asombradas por espectaculares fotografías de la “super luna”, pero manipuladas con el programa Photoshop.


Y no se trata solo de fotografías, las frases y noticias falsas también abundan. Por si acaso, no fue Albert Einstein quien dijo que “Sólo hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana”. Y si leyó la carta de despedida de Gabriel García Marquez, bueno, sepa que tampoco la redactó él.

Aunque ya es un cuento viejo, hay quienes todavía contestan ese correo electrónico en el que una viuda rica ofrece donar la herencia que le dejó su esposo. Otros se “apuntan” esperando que Bill Gates reparta su fortuna con ellos. También están los que reenvían con urgencia mensajes a sus amistades advirtiendo que Hotmail y Facebook cerrarán sus cuentas gratuitas si no lo hacen.

Varios cantantes “murieron” en internet, como Shakira, “El Puma” y Ricardo Montaner. Al comediante Chespirito lo mataron varias veces antes de su deceso real. Una y otra mentira que aparece en Facebook tratando de amontonar “likes” o diseminar virus informáticos. La prudencia nos librará de ser víctima de un “hoax” y protegerá la información de nuestros equipos.

Por siglos se han hecho publicaciones con apariencia de verdad, cientos de farsas que eran tomadas como pruebas incluso por la ciencia (el hombre de Piltdown por ejemplo). Pero hoy, debido a la inmediatez de las noticias y a la facilidad de retransmitirlas, esto ha crecido desmesuradamente. Urge ir más despacio, no creer todo, no compartir información a nuestras amistades sin cerciorarse de su veracidad. Debemos contar más con esa actitud de sano cuestionamiento.

La religión no se escapa de estas mentiras. Hace poco leí que el Papa dijo que el infierno no existe y algunos celebraron la noticia, pero bastaba hacer una simple búsqueda en “google” para comprobar que la misma iglesia católica advertía de tal falsedad. Igual de falsas son sus declaraciones a favor del matrimonio gay.

Una “noticia cristiana” recurrente en Facebook, es la que asevera que la NASA comprobó que la Biblia es verdadera porque según sus cálculos, le falta un día a la tierra, coincidiendo así con el relato del libro de Josué. Basta un poco de conocimiento de física o astronomía para saber de la imposibilidad de tal cálculo; pero queriendo defender la Biblia, muchos cristianos emocionados comparten una publicación que termina por producir el efecto contrario.

No hay que creer todo lo que se lee y se ve. Incluso si se trata de cuestiones de fe, hay una gran diferencia entre ser crédulo y ser creyente, pues la fe debe también ser sustentada. En la misma Biblia vemos como, por ejemplo, los judíos de Berea* estuvieron “escrudiñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así” antes de aceptar a Jesús como Mesías. Pues no porque lo diga un “iluminado”, pastor o Papa, hay que creer ciegamente. Tampoco porque lo diga la mayoría, una página web o un profesor, debe tomarse por cierto… Como vemos, hasta de las fotografías hay que dudar. Prudencia, investigación y sensatez… luego creer. Aún para tener fe.


*Hechos 17:10-12


[Publicado en Diario Voces el 18 de noviembre del 2016]




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