Cristo, los cristianos y el cristianismo.
Muchos tratan al cristianismo, a los
cristianos y a Cristo como si fueran lo mismo, y aunque la relación entre ellos
es obvia, es necesario también diferenciarlos. El cristianismo es una religión
basada en la vida y las enseñanzas de Cristo. Los cristianos son las personas
que se identifican como seguidores de Cristo. Y Cristo (una palabra griega,
equivalente a Mesías en hebreo que significa “Ungido”) es el título de Jesús de
Nazaret.
Desgraciadamente, en sus veinte
siglos de existencia, el cristianismo no ha sido el reflejo de la fe de los
primeros cristianos y menos de las enseñanzas con las que Cristo la fundó.
Por ejemplo, Jesús enseñó a amar, incluso a los enemigos, pero vemos que el cristianismo organizado asesinó judíos, musulmanes e indios en nombre de Cristo. Jesús enseñó a no amar las riquezas ni ambicionar el poder, y la historia nos muestra como muchos líderes religiosos e iglesias cristianas se han aprovechado del evangelio para obtener dinero y poder. Triste realidad que ha hecho que muchos no presten atención a las enseñanzas cristianas, desprecien a los cristianos y no crean en Jesús como el Cristo.
Por ejemplo, Jesús enseñó a amar, incluso a los enemigos, pero vemos que el cristianismo organizado asesinó judíos, musulmanes e indios en nombre de Cristo. Jesús enseñó a no amar las riquezas ni ambicionar el poder, y la historia nos muestra como muchos líderes religiosos e iglesias cristianas se han aprovechado del evangelio para obtener dinero y poder. Triste realidad que ha hecho que muchos no presten atención a las enseñanzas cristianas, desprecien a los cristianos y no crean en Jesús como el Cristo.
Pero en esa deducción hay un grave
error. Porque si la religión cristiana no ha sido fiel al mensaje de su
fundador, no se puede descalificar a Cristo quien la fundó. Es un gran error generalizar
y afirmar que “todos los cristianos son falsos” y por lo tanto el mensaje
cristiano también lo es. Porque ¡sí hay cristianos verdaderos! Los hubo en la
historia y los hay a nuestro alrededor. Es cierto que no vemos una multitud de
ellos en nuestras ciudades porque el mismo Cristo anticipó que seguirle equivale
ir por un “camino angosto” poco transitado*. Pero a estos cristianos de verdad se
les reconoce “por sus frutos”, porque año tras año se esfuerzan por obedecer, mejoran,
comparten, hacen el bien, no juzgan, aman. No son cristianos de nombre, o porque sus
padres lo fueron o porque los bautizaron de niños, tampoco porque cargan una Biblia
o hacen un milagro. Son cristianos porque decidieron ser como Cristo.
No todo aquel que se identifica como
cristiano lo es. Jesús mismo lo advirtió. Él dijo que llegará el día en que los
que dicen seguirle se presentarán ante él y le dirán* “Señor, Señor, nosotros hablamos en tu nombre, y en tu nombre
expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros” ¡Somos cristianos!
Pero Jesús les responderá: “Nunca los
conocí”. No sé quiénes son. “Apártense de mí hacedores de maldad”. Jesús
dijo: “No todo el que me dice Señor,
Señor, entrará en el reino de los cielos, sino los que hacen la voluntad de mi
Padre que está en los cielos”.
Por eso, y por encima del
cristianismo histórico y de los cristianos, debemos mantener la mira en Cristo
y sus enseñanzas. Lea los evangelios, el Nuevo Testamento y descubra por usted
mismo las desafiantes verdades que Cristo reveló, y compruebe la efectividad de
su inigualable verdad.
*Evangelio
de Mateo cap. 6. vs.13-23
[Publicado el 2 de marzo del 2013]
La Biblia dice que el verdadero cristiano es el que vive como lo hizo Jesus mismo. Ese es el verdadero cristiano. 1 Juan 2:5. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
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