"No hay Dios"
“Dice el necio en su corazón: No hay Dios.
Se han corrompido, hacen obras abominables;
No hay quien haga el bien.
¿Acaso no tienen discernimiento…?
Del consejo del pobre se han burlado,
Pero Dios es su esperanza”.
Así recita parte del Salmo 14, escrito
por el rey David hace tres mil años y registrado en la Biblia dos veces (Salmo
53). Saulo de Tarso también expresa lo mismo* diciendo que negar la existencia
de Dios es una total necedad. Podemos reflexionar en algunas de las razones
para tal conclusión:
Negar a Dios implica pasar por alto toda
la sabiduría que vemos en la naturaleza. Se suele escuchar que “la naturaleza
es sabia”, pero tal “sabiduría” no pudo salir de la nada. En realidad lo que se
hace con una expresión así es decir que hay un “sabio” que la hizo y la hace
funcionar. Admirar la sabiduría del diseño en el universo y a la vez negar toda
posibilidad que exista un sabio diseñador es una necedad.
Negar a Dios es negar la existencia
de una autoridad moral universal de tal manera que el bien y el mal se tornan
conceptos totalmente relativos dependientes del criterio de personas de cierta
época y lugar. Es necio aquel que cree que por sí solo puede diferenciar lo
bueno de lo malo, porque podemos estar tan acostumbrados al mal que no queremos
darnos cuenta de ello. Ya son muchos siglos de historia humana en las que hemos
visto que el conocimiento y el discernimiento grupal o propio no son del todo
confiables.
Negar a Dios conviene a muchos. No tienen
que someterse a Dios. No hay a quién rendirle cuentas por los actos de la vida.
“El cielo y el infierno están aquí en la tierra” suelen decir, pero hay injustos
que nunca fueron juzgados ni condenados, y hay obras de bien que nunca fueron
recompensadas. Es de necios creer que los malos se pueden salir “con la suya”.
Negar a Dios es negar todas las
evidencias históricas y proféticas de las escrituras bíblicas incluyendo la
resurrección de Jesucristo; pues la iglesia cristiana nació a sólo unos días de
la muerte de Jesucristo y creció en el mismo lugar de su ejecución y sepultura
(Jerusalén), y no en un lugar lejano o siglos después cuando ya no podían
comprobarse estos hechos. La iglesia se estableció por la afirmación (sostenida
con persecuciones y muertes) que Jesús, el
“Hijo de Dios” resucitó de entre los muertos.
Negar a Dios es una necedad porque no
hay nada descubierto en el universo ni descrito por las ciencias que descarte la existencia de un
ser superior, creador y sustentador. Aun cuando se pretende decir que se han
descubierto las leyes que “demuestran” que toda la vida pudo salir de la mera materia, falta todavía responder quién hizo esas leyes.
Negar a Dios muestra falta de humildad
y un exceso de jactancia; porque ya que nadie lo sabe todo, sería mejor que tal persona
dijera “tengo mis dudas”, “soy escéptico” o “soy agnóstico”, mostrando cierto respeto a su posible existencia, y preocupándose por buscar la verdad; pero no dar por sentado que no existe. Esto también es de
necios.
Pero por encima de todo lo dicho, la
necedad "más grande" es la de aquel que dice que cree en Dios pero
vive como si no existiera.
*Carta
a los Romanos 1:18-22
[Publicado del 9 de marzo del 2013]
COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
ResponderEliminarEN LA CONDUCCION DIARIA
Cada señalización luminosa es un acto de conciencia
Ejemplo:
Ceder el paso a un peatón.
Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.
Poner un intermitente
Cada vez que cedes el paso a un peatón
o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.
Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.
Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.
Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años