No olvidemos lo que dijo el Papa

El Papa visitó al Perú y fue evidente que nuestro país es todavía muy religioso. Y digo “todavía” con esperanza, no con lamento. Esperanza de que tal religiosidad se convierta en acción y no en desilusión que lleve al ateísmo; que tal religiosidad corrija sus desaciertos y no sirva de pretexto para que otros rechacen a Dios y su voz. El Papa vino y millones le recibieron con entusiasmo. El Papa se fue y ¿cuántos recuerdan sus palabras? Que las siguientes líneas sirvan para recordar algunas de ellas:

El Papa habló en contra de la codicia: “El oro se puede convertir en un falso dios que exige sacrificios humanos”. El Papa habló en contra de la trata de personas, llamándola tal cual es: “esclavitud, esclavitud para el trabajo, esclavitud sexual, esclavitud para el lucro.” Habló en contra de la corrupción: "Cuánto mal le hace a nuestros pueblos latinoamericanos y a las democracias (…) ese virus social, un fenómeno que lo infecta todo, siendo los pobres y la madre tierra los más perjudicados". El Papa advirtió de las consecuencias: “Los falsos dioses, los ídolos de la avaricia, del dinero, del poder, lo corrompen todo. Corrompen la persona y las instituciones, también destruyen el bosque". Llamó a la acción: "Hemos de romper el paradigma histórico que considera la Amazonía como una despensa inagotable de los Estados sin tener en cuenta a sus habitantes."

“La política está enferma, está muy enferma en América Latina (…) No descuidemos el futuro de la dirigencia de los pueblos. Si solo entienden el lenguaje de la corrupción, estamos fritos”. "¿Qué le pasa a Perú que cada presidente lo meten preso? Humala está preso, Toledo está preso, Fujimori estuvo preso hasta ahora, Alan García está que allí en ese intento que entro y que no entro, ¿qué pasa? Ustedes deben responderlo…”

El Papa habló del valor de la sinceridad: “Es muy lindo ver las fotos arregladas digitalmente, pero eso sólo sirve para las fotos, no podemos hacerle «photoshop» a los demás, a la realidad, ni a nosotros. (…) Hay fotos que son muy lindas, pero están todas trucadas, y déjenme decirles que el corazón no se puede «photoshopear», porque ahí es donde se juega el amor verdadero, ahí se juega la felicidad y ahí mostrás lo que sos: ¿cómo es tu corazón?”

El Papa habló de Jesús y nuestra participación con él: “Desde la oración sincera y el encuentro esperanzado con Cristo podremos lograr la conversión que nos haga descubrir la vida verdadera. Jesús nos prometió vida verdadera, vida auténtica, vida eterna. No vida ficticia, como las falsas promesas deslumbrantes que, prometiendo vida, terminan llevándonos a la muerte”.

“Jesús sigue caminando por nuestras calles, sigue al igual que ayer golpeando puertas, golpeando corazones para volver a encender la esperanza y los anhelos: que la degradación sea superada por la fraternidad, la injusticia vencida por la solidaridad y la violencia callada con las armas de la paz. Jesús sigue invitando y quiere ungirnos con su Espíritu para que también nosotros salgamos a ungir con esa unción, capaz de sanar la esperanza herida y renovar nuestra mirada. Jesús sigue caminando y despierta la esperanza que nos libra de conexiones vacías y de análisis impersonales e invita a involucrarnos como fermento allí donde estemos, donde nos toque vivir, en ese rinconcito de todos los días”.

El Papa habló de muchas cosas… ¡contribuyamos a que no se olviden! y lo pido como evangélico que aun sin compartir varias de las creencias y prácticas de la iglesia católica romana, sí comparto temas como los presentados en este resumen, porque concuerdan con el mensaje bíblico y llaman al cambio con acciones que todo cristiano debe hacer si en verdad lo es. Porque la religión no puede reducirse a costumbres, tradición y emoción, ¡debe ser práctica!, cambiar la vida, transformar la familia, mejorar la sociedad. Porque si el Papa vino sólo para que las autoridades y el pueblo se queden con una bendición, unas fotos, un lindo recuerdo y nada más, entonces su visita y sus enseñanzas han caído en saco roto.

*Fuentes: Diario Gestión y ACI Prensa