¿Por qué cree en lo que cree?
¿Es usted creyente…? ¿Por qué? Si es católico, ¿por qué lo es…? ¿Por tradición?, ¿por qué le bautizaron de niño?, ¿sólo por eso? Y si usted es evangélico la pregunta es la misma: ¿Por qué? ¿Sólo porque sus padres lo eran? ¿Por qué es evangélico y no adventista o testigo de Jehová? ¿En qué se basa su fe? ¿Por qué cree en lo que cree? Si usted abraza una fe porque la mayoría lo hace, por herencia o por comodidad; sin haber cuestionado jamás su propia creencia, entonces su fe no tiene fundamento, no tiene firmeza ni es propia, sino prestada. Los padres pudieron habernos compartido su fe, y está bien; pero al crecer tenemos la responsabilidad de cuestionar dicha fe para luego de una honesta investigación y sincera reflexión, reafirmar la misma, o quizás seguir otra; pero con razones y argumentos.